Un poco como que intentando no centrar la atención en los sospechosos habituales, chocamos con la imposibilidad de hacerlo. El nuevo escándalo de la pelota cubana se ha desatado y a pesar de lo interesante del tema, esta vez un servidor no ha tenido la suerte de ver a nadie dedicar un comentario al asunto en el noticiero nacional.

Hoy, el protagonista vuelve a ser Michel Enríquez, pero lejos de acercarse la causa a alguna indisciplina…al menos identificable como tal. Los antagonistas, los de siempre: los directivos del béisbol.

Trascendió entonces en los últimos días la conformación de la plantilla del equipo de Isla de la Juventud, del cual se excluyó al “Súper 12”, al eterno capitán, al mejor pelotero que ha dado ese terruño, comprometido hasta los huesos con la pelota allí.

Manos se fueron a la cabeza y comenzaron las interrogantes entre la gente de aquí, de allá y de a cuyás. Pero la escueta nota publicada por los encargados del asunto, no deja margen a dudas: algo huele  podrido en el tema, mejor que el público no lo sepa.

Como siempre, nos hemos enterado. Y por vías insospechadas: un medio estatal.

Para dar un briefing del asunto, Michel Enríquez ha sido excluido del equipo de su vida por haberse gestionado un contrato en el extranjero a “título personal”,  algo que él viene haciendo desde hace varios años en México y aparentemente a nadie había molestado.

¿Y por qué precisamente ahora molesta?

Más allá de cual pudiera ser la respuesta que no da Yuliet Calaña en su texto “Dios en el Cielo y el Miche en la Isla”, sabemos que tamaña injusticia, justo cuando Enríquez planeaba su retiro, tiene que ser arrastre de algún problema que encontraron por ahí para poder echar a perder un poco más nuestro béisbol.

No obstante: ¿es la primera vez que un pelotero cubano hace este tipo de arreglos y regresa a la Serie Nacional? La respuesta, como se deben imaginar, es un rotundo NO.

¿Alguien se preguntó acaso donde estuvo Ciro Silvino en un tiempo que desapareció del roster de Granma y luego, por acto de magia volvió a lanzar con el conjunto oriental? ¿Y Norberto González?

Ciro estuvo jugando béisbol en Francia y regresó a la pelota cubana, aun cuando no había política de contratación por parte de las siempre poderosas autoridades beisboleras caribeñas, y podríamos adivinar que de lo que él ganó, nadie en la Comisión recibió un centavo por este concepto. Luego, siguió con el equipo como entrenador e incluso ha incursionado como coach en selecciones nacionales.

Norberto, por su parte, marchó a Italia y regresó a su Cienfuegos de toda la vida. A él sí que se la quisieron poner difícil, en un momento donde los de la Perla del Sur no estaban en condiciones de renunciar a sus esfuerzos. Pero echó la pelea y la ganó. Jugó de nuevo acá, y nada pagó.

Pero pedirle eso a Michel es demasiado. Pedirle eso a un hombre de constatada modestia y humildad (ojo, es real, no hay palabras huecas ni segundas intenciones); que sí se ha dejado el pellejo para un equipo que se ha considerado incluso que no debería existir, que surgió en buena medida apoyado por descartes de otras provincias y se hizo de un nombre hasta el punto que ha estado en una final de la pelota; pedirle a Michel que pelee, quizás sea una falta de respeto a su persona.

Porque si un hombre que ha dedicado su vida al béisbol allí, ha usado su dinero para arreglar terrenos y proveer de implementos a los niños y ha sido fiel hasta el final a este país y a esa Isla tiene que pelear por el derecho a jugar su último año, algo anda mal.

Porque si como dice Calaña en Islavisión, hasta un Tras la Huella hicieron con los veinte millones –veinte millones de dólares, no de papelitos de colores- que rechazó y es por mucho uno de los hombres que quedarían en activo con más títulos y logros en nuestro pasatiempo nacional, algo anda mal.

Esto es solo una muestra de lo que seguirá sucediendo. Si tratamos así a quienes juegan fuera, pero se mantienen devotos a esta pelota moribunda, bien poco podemos esperar de aquellos que dicen que las negociaciones con MLB han avanzado. No vamos a llegar ni al doblar de la esquina.

El expediente del número 12 ahora si está manchado, por la desgracia de ser mal agradecidos y en el caso del béisbol pinero sucumbir al deseo de morder una de las manos que mejor le ha alimentado. El pecado de Michel, al parecer ha sido ser cubano y tratar de sobrevivir en Cuba.

Michel Enríquez
Michel Enríquez quedó fuera de la próxima SNB. FOTO: Tomada de Cubadebate

Nuestro deseo nunca fue que este texto se convirtiera en una arenga, pero alguien más tiene que hacerlo, porque una sola persona no puede crear un lobby de presión, si es que por una vez alguien va a decidir escuchar lo que pensamos los periodistas.

Este texto tiene que ser una oración a la conciencia de todos: entrenadores, directivos, compañeros de equipo, pueblo en general, todo aquel que no desee quedarse cruzado de brazos delante del deshonroso tribunal que le está arrancando los grados a su capitán. Piénsenlo, consúltenlo. Aún quedan unos días para entrar en razón.

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