Un jovencito camagüeyano de apenas 16 años ha irrumpido con mucha fuerza en el escenario ajedrecístico cubano. El MF Carlos Albornoz (2475) demostró con su victoria en la semifinal nacional efectuada en Santa Clara en el mes de enero que ya puede enfrentarse al máximo nivel del ajedrez en el país. Play Off   le propuso una interesante partida para conocer detalles sobre su carrera en el mundo de los trebejos.

¿Cuándo comenzó tu pasión por este deporte?

— Empecé a jugar en primer grado en la escuela primaria. Ya en cuarto grado entro en la Academia y comencé a tener topes en Camagüey. En sexto grado ya ingreso en la EIDE y me ranqueo con ELO desde ese momento.

¿Cómo ha sido tu tránsito por las categorías escolares y juveniles?

— En 2014 fui campeón escolar de Cuba. Ese mismo año en la categoría juvenil quedé primero en el segundo tablero.

El gran salto de Albornoz a la elite ocurrió durante 2016 con varias actuaciones relevantes en torneos nacionales.

— Ese indudablemente ha sido el mejor año de mi corta carrera. A comienzos de 2016 me hago Maestro FIDE. Luego juego una serie de torneos que me permitieron llegar a más de 2450 puntos. Uno de los mejores torneos de mi vida fue el «Capablanca» donde hice 7 de 9 puntos posibles en el grupo abierto, obtuve el quinto lugar e hice norma de Maestro Internacional (MI). En el que más gané ELO fue en el torneo «Moncada» que sumé 60 puntos, y en el «Andrés Clemente Vázquez» de Mayabeque hice una segunda norma de MI.

¿Has participado en torneos internacionales?

— En el 2016 participé en el Panamericano sub-20 en Colombia, y alcancé el cuarto lugar con 6 puntos de 9.

¿Cuán difícil resulta para un joven practicar ajedrez?

— Es muy difícil porque lleva mucho tiempo de estudio individual. Todos los días hay que entrenar para obtener buenos resultados. Hay que privarse de muchas cosas pero a mí lo que me gusta es el ajedrez, y por eso me esfuerzo.

En la semifinal nacional sorprendiste a todos los especialistas con tu victoria

— Mi principal objetivo era clasificar. Después se dieron sola las cosas y pude ganar el torneo con siete puntos y medio. No lo esperaba. Solo quería clasificar entre los cinco primeros.

En la final elite del ajedrez cubano Albornoz no estuvo tan bien aunque hizo su tercera norma de MI, y entre ambas justas le sumó a su ELO 19 puntos. Allí se enfrentó a la mayoría de los mejores jugadores de Cuba

¿Qué has aprendido de los duelos ante los mejores ajedrecistas del país: Lázaro Bruzón, Isam Ortiz, Yuri González?

— Uno aprende mucho con ellos. Después de las partidas escuchando sus análisis uno aprende sobre ajedrez.

Albornoz termina la partida con un jaque mate impresionante. No es conversador y le cuesta mucho trabajo hablar en las entrevistas. Sus pretensiones futuras son concisas pero abarcadoras.

— Espero que para este año se den buenos torneos. Pretendo llegar a ser Gran Maestro, subir el ELO e integrar el equipo Cuba.