Solo faltan dos días para que conozcamos el campeón del Mundial de Clubes de la FIVB en la edición de 2017. Este domingo se decidirá en el Tauron Arena de Cracovia quien es el nuevo rey y en el horizonte se alzan 4 figuras de la mayor de las Antillas, líderes de sus respectivos equipos.

Robertlandy Simon tenía 23 años cuando fue subcampeón mundial con Cuba, en ese equipo estaban también Yoandy Leal (22) y Wilfredo León (17). De cerca los observaba Osmany Juantorena, impotente al recibir la negativa de la federación cubana en el 2010 para jugar el mundial de Italia, la propuesta fue rápida y simple: “Juantorena, para jugar por Cuba debes renunciar a tu club, el Trentino de Italia”. Como es lógico, esa condición era inaceptable para el recién coronado campeón de la Champions League 2009/2010.

Desde entonces, han pasado los años y lo que fue una alegría, se convirtió en solo un recuerdo. Nunca una medalla de plata me supo tanto a oro, hasta hoy. En este tiempo, los resultados del equipo Cuba han sido casi nulos, pero, individualmente, los nuestros han brillado.

Osmany Juantorena, considerado por muchos, y personalmente, como el mejor jugador de la Liga Italiana en la última década, es un jugador experimentado, ganador de 2 Champions League con el Trentino y 4 mundiales de clubes de forma consecutiva. Único en consegir tal proeza, Juantorena vive su segunda juventud en el Lube Civitanova, escoltado por bestias de Estados Unidos como Taylor Sander (auxiliar) y el mejor pasador del mundo, Micah Christenson. Además, el Civitanova cuenta con los servicios del búlgaro Tsvetan Sokolov, quien se presenta como punta de lanza en el equipo campeón de Italia.

Este grupo de jugadores del Civitanova ya probaron su valía al barrer de la cancha al Sada Cruzeiro en el inicio de este Mundial de Clubes. Juantorena sabe que le queda poco en el voleibol, en varias entrevistas ha reconocido que no quiere estar con 36 años jugando, por lo que pudiera decirle adiós al deporte que tanto amó luego de Tokyo 2020, en su último asalto al oro olímpico que le ha sido esquivo a Italia desde la generazione di fenomeni de los años 90.

Leal y Simon, por su parte, han continuado haciendo historia con el Sada Cruzeiro, después de decir adiós a la selección cubana y comenzar lo que sería el desmembramiento paulatino de la Generación de los Milagros. Plata en el mundial de Italia 2010, Leal fue fichado por el Sada Cruzeiro y no se ha movido de allí desde finales de 2012, ganando 6 títulos de Superliga y 3 Mundiales de Clubes la FIVB (solo superado por Juantorena).

Leal, oriundo de Güira de Melena, nunca se ha ido en blanco en lo que va de su carrera como profesional. Siempre supe que sería grande desde que lo viera sentado en una silla vieja, allá en el Preuniversitario Héroes de Varsovia, cuando fue cortado del equipo por el DT Orlando Samuels para la Copa América del 2008, último certamen de este tipo y en que Cuba le ganó a Brasil 3×2.

Junto a Leal está su compañero de aventuras desde que entró al equipo en el 2005: Robertlandy Simón, heredero de Ihosvany Hernandez, antiguo central y capitán del elenco cubano que dijo adiós de forma brusca con el grupo del 2001. Landy, como lo conocen sus amigos, siempre se caracterizó por su físico dominante y hoy es el central machacador que todo el mundo quiere tener en su equipo.

Tras su salida de la selección cubana, la vida ha deparado alegrías a Simón: subcampeón del mundial de clubes con el equipo árabe Al Rayan en el 2015, ganador de dos ligas Coreanas con el OK Saving Banks de forma consecutivas y de una Copa Italia con el Piacenza en su segundo año. Simón ha sido uno de los pocos que ha puesto a sudar a Juantorena, cayendo cerradamente en el play offs de la liga italiana en 5 peleados partidos, por allá por la temporada 2012/2013.

Con semejantes credenciales, el año pasado recibió la llamada del DT Marcelo Mendez, quien ya tenía a Leal como figura principal… pero, por qué conformarse con uno si puedes tener 2. Mendez no se equivocó, tras su llegada al Sada Cruzeiro Simón sería crucial para conquistar el tricampeonato del Mundial de Clubes (2013, 2015 y 2016).

En 2016 Wilfredo León vio, por segundo año consecutivo, escapar el título del Mundial de Clubes contra Simón y Leal. Para el joven santiaguero este trofeo ha sido esquivo desde que llego al Kazán. De hecho, es el único título que le falta por ganar a sus 24 años al prodigio del voleibol mundial, algo que no se veía desde los tiempos de Mireya Luis.

León ha ganado por donde ha pasado. En sus 4 años en el Kazán la cantidad de títulos de León se pierde en el horizonte: 3 Champions League —algo que ningún cubano había logrado después de las 2 de Juantorena—, 3 Ligas Rusas de forma consecutiva, 4 Copas de Rusia y 2 Supercopas.

En este 2017 León anunció en su Facebook que ya tenía la nacionalidad y que iniciaba su proceso para jugar por Polonia. La noticia fue un golpe que se sienten todos los cubanos; es el equivalente a que Messi o Ronaldo decidieran jugar por España. Ante esa realidad y las añejas políticas del INDER, a los cubanos solo nos queda una solución: citarnos con la historia este domingo 17 de diciembre en la Arena Tauron, en la lejana Cracovia, para ser testigos de una coronación entre grandes, muy probablemente entre cubanos.

¿Podrá León parar a Juantorena y sucederlo como rey de la competición profesional? ¿Leal y Simón tienen algo que decir sobre eso? Nadie sabe, a ciencia cierta, qué depara el futuro. Pero de algo podemos estar seguros: aún sin resultados como país, el voleibol cubano, reina en el mundo.