En el momento que el club de atletismo Benfica de Portugal presentaba con bombos y platillos al triplista cubano Pedro Pablo Pichardo, el joven coterráneo de 16 años Jordan Díaz establecía récord del orbe en su especialidad en el Campeonato Mundial para Cadetes, celebrado en Nairobi, Kenia.

A  pesar de los conocidos desperfectos de su sistema deportivo, Cuba resulta  una fábrica de jóvenes talentos dedicados al salto triple, y su única preocupación es la estampida de las piezas. Sin embargo, los aseguramientos futuros parecen siempre tener relevo. Pero, ¿qué pasa entonces con el salto de longitud?

Con apenas 13 competidores, la delegación antillana logró alzarse con el tercer puesto del importante evento organizado por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAFF) para menores de 17 años. Precisamente, la actuación de Vidal con su salto de 7.88 metros se convirtió en la quinta medalla de oro para este país, en una especialidad que por segundo año consecutivo domina un cubano.

Vidal llega como bendito regalo para el atletismo de la Mayor de las Antillas, tras su discreta actuación en el Campeonato Mundial de Londres en agosto pasado, cuando se ubicó en el puesto 38 del orbe.

<<Desde 2015 estoy en el equipo nacional. Solo pienso en saltar, mirar la pista, correr y entrarle fuerte a la tabla. El resto sale. Hay que tener voluntad, pero el ejercicio es mi deseo constante. Correr y despegar es la esencia de esta modalidad>>.

Según cuenta en exclusiva para Play-Off, la velocidad y la rapidez se han convertido en el arsenal que potencia al chico, entrenado por Juan Gualberto Nápoles, quien siempre insiste en tener paciencia.

<<Ahora en el Mundial de Cadetes fue tremendo, porque él no estuvo conmigo. Y aunque nos manteníamos comunicados, no es lo mismo. Él me hace énfasis para mejorar mi proyección en cuanto a la entrada a la tabla, la ejecución a la hora del vuelo y la caída.

>>En el tercer salto me puse al frente de la competencia, pero me sentía tan bien que me desesperé mucho. Los últimos tres intentos fueron foul. Quería buscar los 8.05 metros del récord mundial de la categoría. Sentía que lo podía lograr>>.

El show de los exponentes cubanos del salto de longitud en la justa se completó con la demostración de Lester Lescay, ganador de la segunda plaza.

Si tenemos en cuenta que en la versión de Cali 2015 el cubano Maikel Massó ganó el evento, pareciera que el horizonte no aparece tan gris. Precisamente el atleta estiró el registro nacional para menores de 18 años, hasta los 8.28 metros.

<<Aunque Massó es la primera figura, la mayor rivalidad es con Lescay, pero somos buenos amigos. Le animé cuando di mi salto de 7.88 metros. Y él se lo creyó porque casi me alcanza. Nos exigimos mucho. Ambos logramos mejorar las marcas personales. Esta generación despunta en grande.

>>Ahora un descanso breve, porque ya el año próximo es el Mundial Juvenil. Me insisten para que no queme etapas, pero mi meta está planteada. Quiero ir a Tokio. La Olimpiada es mi sueño. Hasta Japón en 2020 no paro>>.